domingo, 25 de septiembre de 2011

¿Islamico o mudejar?













¿Arte islámico o mudéjar el de la parroquieta de la Seo?
De todos es sabido que la fachada lateral de la Catedral del Salvador que da justo enfrente al Palacio Arzobispal es de estilo mudéjar. Sin embargo en un trabajo publicado en 1987 en una separata de Turiaso VII por el Centro de Estudios Turiasonenses de la Institución Fernando el Católico se pone en duda que sea de este estilo indicando que dicha fachada corresponde a la antigua Mezquita Aljama de Sarakusta siendo, por lo tanto, de estilo islámico. Es una tesis que contradice a la oficial propugnada por el catedrático Dr. Borrás. Leido el articulo parece coherente esta nueva consideración de este espacio de nuestra Catedral del Salvador de Zaragoza la cual debería divulgarse mas ya que en este caso tendríamos además de la Aljaferia otro edificio de estilo islámico del año 1.000. A continuación trascribo una pequeña parte del trabajo:

“LA PARROQUIETA O CAPILLA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL.
El segundo arzobispo de la familia Luna, Lope Fernández de Luna, es más conocido por las obras que efectuó en la capilla de San Miguel para instalar allí su sepultura, y que, erróneamente, se ha pensado que fue construida de nueva planta en su totalidad. Por Diego de Espés se sabe que "en el año 1374 el arzobispo Don Lope labrava la capilla de San Miguel...". También se conoce que vinieron dos azulejeros sevillanos —García Sánchez y Lope—, que el interior fue pintado por Juan y Nicolás de Bruselas, y que el sepulcro, una joya de la escultura gótica, fue labrado por el escultor catalán Pere Moragues. Resulta aventuradísimo, que a partir de estas intervenciones parciales se pueda colegir que la totalidad de la capilla fuese ejecutada en esas fechas. Se olvida que es práctica común la reutilización de edificios antiguos para nuevos usos, aunque ello exija profundas transformaciones. De hecho, esa seguía siendo la práctica habitual en el uso de la mezquita. A la vista de la documentación conservada parece más lógico pensar que Don Lope reformó una antigua dependencia de la mezquita, construyendo nuevas bóvedas de crucería —que mandó pintar—, instalando un sepulcro gótico —rompiendo las bóvedas falsas islámicas—, y dotándole de un nuevo sistema de iluminación —practicando para ello unas ventanas que rompen la perfecta decoración geométrica exterior—.
Las ventanas ojivales, que no hay duda fueron construidas por Don Lope al llevar su escudo en la clave de las mismas, se disponen de cara al espacio interior de forma racional: las dos pequeñas se sitúan a un nivel bajo, una a cada lado de la sepultura, en los extremos del cuerpo anterior de la capilla; las otras dos ventanas, de mayor tamaño y emplazadas mas altas, están en los ejes de los dos tramos de los pies de la capilla, iluminando la nave principal. Quizás las antiguas ventanas del edificio islámico, estuviesen en la fachada sur y serían tabicadas al construirse la nave del crucero8.
En el exterior, las ventanas ojivales rompen de forma contundente la armoniosa decoración geométrica de ladrillo y cerámica vidriada, en contraposición con la racionalidad de su disposición cara al interior. Cundo se construyó en el s. XI, el muro norte de la Parroquieta sería ciego. Muy esbelto, se construyó siguiendo la costumbre islámica de ocultar los elementos estructurales disponiendo de dos muros paralelos, entre los que se sitúan los pasillos y escaleras y los contrafuertes. Los alminares y torres mudejares emplean el mismo sistema estructural —dos torres circunscritas— cuyo origen hay que buscarlo en la arquitectura de ladrillo del Creciente Fértil.
La decoración exterior del muro consta de tres cuerpos separados por frisos de esquinillas. El cuerpo inferior desarrolla su decoración mediante dos largas bandas, la superior de rombos curvilíneos y la inferior de arcos mixtilíneos. El cuerpo intermedio, el de mayor tamaño, se divide en dos espacios mediante una banda vertical intermedia; el de la izquierda se decora con lazo de seis y el de la derecha con lazo de ocho. El cuerpo superior, el más pequeño, tiene dos bandas longitudinales decoradas con zig zag y está coronado con un almenado de merlones triangulares; estos merlones, de concepción tradicional islámica, son extraños al mudejar aragonés10. Por encima de las almenas aún existen dos cuerpos resueltos mediante el tradicional mirador aragonés; su formato adintelado nos indica que fueron construidos en los ss. XIV-XV. Como ya se ha indicado, las cuatro ventanas del muro rompen la armonía geométrica del conjunto, y se deben a la intervención de Don Lope.
El muro está profusamente decorado con cerámica vidriada, del mismo modo que otros edificios de la Marca Superior, como los alminares de Ateca y de la Magdalena de Zaragoza. En Aragón, la cerámica vidriada más comúnmente usada en decoración exterior son los platos, discos, columnillas, estrellas y puntas de flecha; en Zaragoza y Teruel, también se usan los azulejos11. La extraña presencia de azulejeros sevillanos en las obras de la Capilla de San Miguel quizás pueda explicarse por la necesidad de contar con especialistas azulejeros para intervenir en un muro que ya estaba decorado con azulejos, y que los ceramistas aragoneses no eran capaces de intervenir al estar en desuso dicha técnica para ellos desde el s. XII. Las nuevas ventanas practicadas debían decorarse con azulejos para no desentonar de la fábrica anterior, y entonces se estimaría oportuno contar con especialistas, aunque debiera acudirse a un lugar tan lejano como Sevilla. Los ceramistas aragoneses repondrían las faltas de platos, estrellas, etc., modalidades que sí dominaban, y que las encontramos en el interior, en las jambas de las ventanas inmediatas al sepulcro. Se aprecian perfectamente los azulejos colocados por los sevillanos —ventanas, parcialmente bandas, etc— de los existentes con anterioridad, ya que el tamaño de los primeros es inferior. Los azulejos con la heráldica de los Luna se sitúan en la parte superior de la banda de arcos mixtilíneos y serían añadidos en 1374, ya que no guardan relación formal con los platos y estrellas inmediatos.
La tumba gótica de piedra que guarda los restos de Don Lope, fue sin duda instalada a posteriori de la fábrica del muro exterior, ya que al emplazarla sobre la escalera que desciende a la cripta, hubo de romperse las bóvedas falsas de ladrillo (o de aproximación de hiladas), construyéndose una nueva bóveda de piedra para salvar la tumba, que no obstante obliga a agacharse al pasar bajo ella. De haberse construido todo el edificio de nueva planta, la escalera se hubiese emplazado en un lugar que no fuese interferida por la tumba.
La cúpula de mocárabes que cubre la cabecera de la capilla es el último elemento que no encaja en las obras del s. XIV. ¿Por qué no se cubrió la cabecera de la capilla con bóveda de crucería como el resto?. Además es la única cúpula de estas características del s. XIV aragonés. El mismo Lope Fernández de Luna construyó otra cúpula en su castillo de Mesones, pero ésta, mas sencilla que la de Zaragoza, está decorada con tablas góticas, como corresponde a una obra del s. XIV. La cúpula de la Parroquieta debió ser construida en el s. XI, igual que el resto del edificio.
La concepción general de la cúpula se enmarca perfectamente en el gusto de la refinada corte Hudí. Existen tres bandas con inscripciones cúficas que no han podido ser leídas hasta la fecha —J. Carlos Abadía ha podido leer parcialmente palabras y frases como "...vencedor", "no hay más dios que Dios"— La simplicidad de los mocárabes, que aparecen en el tránsito de una banda a otra y en la coronación, permite fecharlos en la segunda mitad del s. XI, ya que en Occidente aparecen a mediados de este siglo por primera vez. Conviene recordar que una cúpula semejante a ésta existió en el oratorio de la Aljafería hasta que fue suprimida en las obras llevadas a cabo por Femando II12.
Don Lope modificó parcialmente la cúpula introduciendo su escudo y unas ménsulas decoradas con ángeles, ésto último quizás para dotar al recinto de un aire más acorde con su carácter funerario.”

1 comentario:

ZAGRÍ dijo...

Bueno. Esto lo escribí yo hace 25 años. Y ahora hay más datos que avalan la tesis, pero la "comunidad cientifica oficial" o sea, la UZ, no admite la modificación de sus tesis novecentistas. Y menos por alguien ajeno a la casa.
En 1992, desde los andamios de la obra descubrí, o mejor dicho, reparé en la existencia de una inscripción incisa en el yeso en la que se señala el autor del edificio, de finales del s. XI: SALAMA BIN G.LB. Este dato trascendental ha sido ignominiosamente silenciado por los mismos.
En la página web https://sites.google.com/site/zagralandalus/la-seo, en la que se describe esto, acabo de incluir una fotografía en la que se muestra el arco de ingreso a la cripta, con un despiece de dovelas incuestionablemente islámico.
Un saludo, Javier Peña